miércoles, 28 de octubre de 2009

Rain Man


Continuando con nuestro ciclo sobre la Discapacidad en el cine, hoy comentaremos la película “Rain Man” (Hombre de la lluvia).

Charlie Rabbitt (Tom Cruise) es un joven despreocupado que se dedica a vivir libre de responsabilidades. Su padre lo echó de su casa cuando era un adolescente y desde entonces lleva una vida independiente.

Un día recibe la noticia de que su padre ha muerto y que le ha dejado algo de lo que debe ocuparse. Charlie acude para ver de qué se trata y se lleva la sorpresa de que tiene un hermano mayor llamado Raymond que es autista (Dustin Hoffman); algo que su padre le había ocultado y al que le ha dejado toda la herencia.

Charlie esperaba recibir esa considerable herencia tras la muerte de su padre, del que estaba distanciado. Sin embargo, alguien a quien Charlie no ha tenido en cuenta, su hermano mayor Raymond que está recluido en una clínica psiquiátrica, recibe la herencia de tres millones de dólares. Es entonces cuando Charlie intenta conseguir la herencia que su padre le ha denegado.

Raymond es un "autista" con capacidad mental limitada en algunos aspectos, pero con dotes de genio como una habilidad especial para ciertos temas relacionados con la memoria y los números.

Charlie, decidido a conseguir su mitad del dinero, retira a su hermano de la clínica donde está internado para quedarse con la custodia legal y con ella su parte de la herencia.

Uno de los primeros inconvenientes que tuvo Charlie fue una crisis de Ray provocada por el pánico que él tenía por volar, ya que según las estadísticas de accidentes aéreos que tenía Ray era uno de los medios de trasporte más peligrosos; así que tuvieron que compartir un largo viaje en auto cruzando los Estados Unidos, donde Charlie descubrirá ciertas capacidades de su hermano, logrando un acercamiento entre dos seres totalmente opuestos.

Ambos aprenden mucho sobre la vida. Los hermanos van superando la desconfianza mutua y forjan una profunda relación a medida que comparten dolorosos recuerdos, los problemas del presente y la posibilidad de tener un brillante futuro juntos. Durante esos días que comparten construyen una relación que va transitando desde interés por la herencia hacia el cariño, como debiera ser entre hermanos.

“Rain Man” fue ganadora de cuatro Oscar en el año 1988: mejor película, mejor director, mejor actor (Dustin Hoffman) y mejor guión original.
El elenco protagónico de este film de la Warner Bros Pictures lo componen Dustin Hoffman, Tom Cruise y Valeria Molino.

El film fue el primer papel serio de Tom Cruise y le permitió a Dustin Hoffman ganar su segundo Oscar como mejor actor (el primero fue en 1980 por Kramer vs. Kramer) y confirmarlo como uno de los más grandes intérpretes de Hollywood.

Esta película es un drama, pero por ratos nos saca una sonrisa e incluso una carcajada; aunque no sea el mejor tema para reírnos.
El argumento de este film me parece muy apropiado para aproximarnos a este tipo de Discapacidad y sus distintos efectos.

Un diez para la actuación de Dustin Hoffman, que hace un gran trabajo antes y durante la película, “aprendiendo” el autismo e interpretándolo en forma brillante.

Les dejo una vez más mi dirección de correo electrónico ursula.klemens@gmail.com
Y recordemos siempre que los Derechos no son privilegios.
Hagamos uso de lo que tenemos y sigamos también trabajando juntos para alcanzar las victorias que nos faltan… Porque como dijo el poeta…“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”… y en él estamos todos.

Úrsula Klemens

miércoles, 21 de octubre de 2009

Forrest Gump


Hoy vamos a referirnos nuevamente a nuestro ciclo de la Discapacidad en el cine. En esta oportunidad, la recomendación es la película: “Forrest Gump”.

“La vida es como una caja de bombones, uno nunca sabe lo que le va a tocar”. Como la película misma, esta frase de Forrest Gump se convirtió en un clásico inspirador de millones de personas en todo el mundo.

Tom Hanks nos brinda una interpretación brillante en esta aclamada película del director Robert Zemeckis que alcanzó una taquilla histórica y emocionó tanto al público.

Empecemos por contar que “Forrest Gump” parte de una novela de Winston Groom y narra la vida de un hombre sencillo, teóricamente condenado al fracaso: la literatura y los filmes que endiosan a los héroes los pintan hermosos físicamente (Forrest, sin ser condenadamente feo, no pasa del promedio), fuertes y saludables (Forrest usaba soportes en las piernas), generalmente inteligentes (Forrest tenía un coeficiente intelectual bajo), económicamente sus familias tienen dinero (la mamá de Forrest Gump es su único sostén y a duras penas sobrevive).

A todas estas adversidades se sobrepone Forrest con una ingenua tenacidad, la terquedad de obedecer a pie juntillas los consejos maternos y de no aferrarse a lo material, un sentido común que muchos de nosotros con inteligencia promedio desearíamos poseer y una ternura a prueba de cualquier negativismo.

El film “Forrest Gump” recorre la historia pública norteamericana del último medio siglo. Durante cuatro décadas turbulentas, Forrest supera una serie de eventos que lo alejan de su discapacidad…

Esta obra cinematográfica cuenta la historia de un hombre simple a lo largo de su vida, conociendo figuras de relevancia histórica y siendo testigo de eventos de magnitud, pero siempre sin darse cuenta de lo que está pasando alrededor ni de su real significado.

Esta peculiar película, entre la comedia y el romanticismo, se ha convertido en todo un fenómeno sociológico en medio mundo. Y la verdad es que su descarado y humorístico idealismo tiene muchos atractivos.

Es muy acertado su planteamiento inicial: hacer en tono burlesco una travesía por la historia reciente de los Estados Unidos, a través de la vida de Forrest Gump, un hombre, como ya dijimos, con coeficiente intelectual por debajo de lo normal, pero con un aplastante sentido común. Un segundo acierto es la elección de Tom Hanks para caracterizar a ese personaje. Su matizada interpretación consigue identificar al público con ese ser inocente en un mundo corrupto, que cuenta a quien quiera oírlo cómo consiguió superar una infancia marcada por la ausencia de su padre y por graves deficiencias físicas, hasta convertirse en el inventor del rock and roll, en un brillante licenciado, en una estrella del fútbol americano y del ping-pong, en héroe de Vietnam, en el tercer hombre del Watergate y en una de las personas más ricas de Estados Unidos. Y, sobre todo, cómo logró preservar durante años un amor que nació en la infancia, afectado desde su inicio por el devenir de la vida de su amada Jenny.

El secreto de Forrest consiste en poner en práctica en cada momento los sabios consejos que le dio su madre cuando era un niño, que conforman como un catálogo de la simpleza como fundamento del éxito.

Robert Zemeckis, como director, da forma a todo este caótico mosaico de acontecimientos públicos y privados con una puesta en escena dinámica y llena de frescura narrativa, que va llevando al espectador del melodrama al grotesco, de la épica al realismo sucio, pasando por la comedia elegante, el cine bélico, la denuncia social y el los acontecimientos históricos.

Ayudan a dar el toque espectacular a este cóctel unos efectos especiales visuales y de sonido muy sofisticados, que permiten secuencias asombrosas, como ésas en que Tom Hanks aparece simultáneamente con Kennedy, Johnson o Nixon. A todo esto se añade el sabroso condimento de una banda sonora omnipresente, que incluye decenas de las mejores canciones de los últimos treinta años. Elvis Presley, Joan Baes, Creedence, The Doors, Simon and Garfunkel, entre otros, están presentes a lo largo del film.

El mensaje de la película es positivo: algo así como una inyección de inocencia, de solidaridad y de optimismo que sirve de vacuna contra la desorientación, el egoísmo y el cinismo... que han ido carcomiendo la sociedad moderna. Hasta la religiosidad desempeña su función en esta sugestiva antropología.

Es cierto que todo es un tanto superficial, sensiblero, folletinesco, poco sólido... Pero resulta válido, como exploración de hechos históricos, como sencilla reflexión sobre la evolución moral de una sociedad y como propuesta de alternativas.

La película fue rodada en el año 1994 en EEUU. El Director es Robert Zemeckis, el mismo de “Volver al Futuro”. Los protagonistas son Tom Hanks (Forrest Gump), Robin Wright (Jenny Curran), Gary Sinise (Teniente Dan), Mykelti Williamson (Bubba), Sally Field (Mama de Forrest Gump). El film recibió cinco Globos de Oro y seis Oscars en el año 1994.

Les dejo una vez más mi dirección de correo electrónico ursula.klemens@gmail.com
Y recordemos siempre que los Derechos no son privilegios.
Hagamos uso de lo que tenemos y sigamos también trabajando juntos para alcanzar las victorias que nos faltan… Porque como dijo el poeta…“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”… y en él estamos todos.

Úrsula Klemens

miércoles, 14 de octubre de 2009

La ley de radiodifusión y la Discapacidad

Ésta es una sociedad mediática, y los medios de comunicación influyen poderosamente sobre la opinión y sobre el pensamiento de la gente. Y los que trabajan en los medios tienen la enorme responsabilidad de mostrar lo real, la verdad.

Una de las tareas de los medios de comunicación es poder hacer visible lo invisible. Regularmente a la sociedad en su conjunto le incomoda visualizar algunas situaciones como la pobreza, la inseguridad, las guerras, la discapacidad.

A veces estas problemáticas o escenarios entran en un proceso de invisibilidad. El colectivo se hace invisible por encontrarse aislados o sin posibilidades de acceder a los espacios comunes.

¿Acaso, alguno de nosotros, no ha escuchado alguna vez durante su infancia, que con muy buena intención, alguien decía: “¡No mires a ese señor! por las dudas que se sienta mal...” porque una persona iba en silla de ruedas o le faltaba un brazo o una pierna?

Así fue como nos fuimos acostumbrando a no ver; logramos de alguna manera ocultar a un sector de personas que está, que vive, que pelea diariamente por sus cosas, tienen hijos, tienen o necesitan trabajo.

Y la tarea de los medios es hacer perceptibles a estas personas, a estas realidades, a través de una imagen correcta y con una mirada respetuosa e inclusiva.

Esta mirada fue cambiando con el correr de los años y de la mano de la toma de conciencia y de políticas sociales acordes, los medios de comunicación se ocupan hoy del concepto de una sociedad para todos y de contribuir a cambiar la visión que tenemos de la Discapacidad.

En Villa Gesell, los medios de comunicación tienen un trato preferencial para con nosotros los discapacitados. La gente en general y los comunicadores en particular se abocan a tratar nuestras problemáticas con un espíritu que no se limita a obedecer la normativa; sino que se interna en nuestros problemas con sensibilidad social.

Es necesario que los medios de comunicación, creadores de imágenes y conformadores de identidades colectivas, contribuyan a que las personas con discapacidad puedan disfrutar de los derechos reconocidos en la Constitución Nacional.

Las estadísticas ponen de manifiesto las dificultades que encuentran las personas con discapacidad para poder acceder a la salud, a la educación, al empleo, al ocio y a la cultura a pesar de poseer una legislación avanzada y del esfuerzo de las organizaciones dedicadas a la temática para brindar información a la ciudadanía y promover la equiparación de oportunidades.

En los últimos años, los medios de comunicación han comenzado a incluir en mayor medida informaciones relacionadas con la discapacidad. Sin embargo, en muchas ocasiones, el enfoque del mensaje no contribuye a la eliminación de prejuicios arraigados.

Los medios de comunicación constituyen una herramienta clave a la hora de sensibilizar a la opinión pública y potenciar los efectos que las medidas legislativas deben tener en las diferentes esferas sociales.

Periodistas de reconocida trayectoria de nuestro país firmaron en Buenos Aires el 8 de Octubre de 2005 un documento de adhesión a la Declaración de Salamanca del año 2004, referido al periodismo y la discapacidad, que selló el modo en que los medios estaban dispuestos a tratar a través de la comunicación a las personas con capacidades diferentes y sus problemáticas.
Firman esta declaración: Alfredo Leuco, Norma Morando, Julia Bowland, Alejandra Noceda, Daniel Malnatti, Nelson Castro y Magdalena Ruiz Guiñazú y expresan lo siguiente:

“Nosotros, los periodistas abajo firmantes, expresamos en esta Declaración nuestra visión de la discapacidad y la voluntad de contribuir desde nuestros respectivos medios de comunicación a luchar contra los estereotipos que impiden a las personas con discapacidad participar e integrarse en nuestra sociedad como ciudadanos en igualdad de condiciones.”

Entre los propósitos enunciados por los periodistas firmantes se destacan los siguientes:
• Dejar a un lado el enfoque caritativo o victimista que tradicionalmente han ofrecido los medios de comunicación para centrarnos en la superación de los verdaderos problemas que afectan a las personas con discapacidad, como ciudadanos de pleno derecho (la atención sanitaria y la educación, las barreras arquitectónicas, el acceso al empleo, etc.).
• Dar voz a las personas con discapacidad, como ciudadanos independientes y protagonistas de sus propias vidas. Terminar con su “invisibilidad” es el primer paso que debemos dar para que puedan conquistar el espacio que les corresponde.
• Evitar el lenguaje discriminatorio y estigmatizante que pone el énfasis sobre la discapacidad por delante de la condición de persona. Es necesario tener un cuidado especial a la hora de elegir las palabras con las que vamos a definir a las personas con discapacidad ya que el lenguaje es la herramienta que condiciona la representación mental de cualquier realidad.
• La persona con discapacidad no debe ser vista sólo como un mero receptor de ayudas; es necesario ofrecer una imagen integral, normalizadora y activa, para no fomentar la marginalidad.
• Mostrar a las personas con discapacidad en situaciones cotidianas diversas, para subrayar sus capacidades y favorecer una visión inclusiva.
• Promover la accesibilidad en los mensajes (lenguaje de señas, lectura fácil, subtitulado, sistema braille, etc.)

La semana pasada se votó la nueva ley de radiodifusión y en toda su redacción a lo largo de 157 artículos la palabra Discapacidad aparece cinco veces. Yo mantengo la esperanza de que la cantidad no condicione a la calidad y espero con ansias la reglamentación pertinente.

El artículo 58 de la ley votada y promulgada por el Poder Ejecutivo Nacional dice: “Las emisiones de televisión abierta, la señal local de producción propia en los sistemas por suscripción y los programas informativos, educativos y culturales de producción nacional, deben incorporar medios de comunicación visual adicional en el que se utilice subtitulado oculto (closed caption), lenguaje de señas y video descripción, para la recepción por personas con discapacidad. La reglamentación determinará las condiciones progresivas de su implementación.”

Seguramente los responsables de la reglamentación de la ley se informarán sobre el tratamiento en otras latitudes de estos temas y tendrán a mano antecedentes tan importantes como la Declaración de Salamanca y la Declaración de periodistas argentinos reconocidos como Magdalena, Nelson Castro o Alfredo Leuco, entre otros. El camino hacia la integración de personas con discapacidad desde los medios de comunicación, ya está señalado desde hace tiempo. Sólo falta que la Autoridad de Aplicación reconozca sus deberes para que nuestros derechos se cumplan.

Les dejo una vez más mi dirección de correo electrónico ursula.klemens@gmail.com
Y recordemos siempre que los Derechos no son privilegios.
Hagamos uso de lo que tenemos y sigamos también trabajando juntos para alcanzar las victorias que nos faltan… Porque como dijo el poeta…“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”… y en él estamos todos.

Úrsula Klemens